El siguiente texto, ha sido tomado del #1 de la revista David, Publicado en el mes de agosto de 1952. es muy interesante, porque nos ayuda a comprender las motivaciones que tuvieron nuestros amados cristeros para luchar por Dios y por la Patria. Que su ejemplo nos siga inspirando.

Un militar callista, hace uso del púlpito del Templo de San Joaquín, para festejar al gral. Joaquín Amaro.
Aquí el Texto “Los católicos no podíamos presenciar impasibles el despojo del tesoro más valioso que nos legara Cristo al morir en cruz; no; no podíamos aceptar que los templos, único refugio en que se permite vivir al Dueño y Señor del Universo, fueran profanados con francachelas; no podíamos permitir que nos desterraran a nuestros Prelados y sacerdotes, que bautizan a nuestros hijos, nos dan el pan Eucarístico y en la hora de la muerte nos auxilian con los Sacramentos para alcanzar la vida Eterna.
Nunca nos preocupó defender intereses materiales porque éstos van vienen; pero los intereses espirituales que son nuestro más preciado tesoro porque salvan el alma y la llevan a Dios, esos silos defendimos porque son necesarios para obtener la salvación.
Aun cuando no haya seguridad triunfo, hay derechos que tiene uno la obligación de defender. Una joven Que quieren ultrajar un grupo de hombres, en un lugar solitario no tiene probabilidad alguna de evitar el ultraje y sin embargo se defiende.
Los marineros de un barco aun cuando están seguros de naufragar por las averías irreparables que su barco sufrió por el oleaje o colisión, luchan sin esperanzas hasta el último momento.
La gallina cuando el gavilán ataca a sus pollos los defiende a pesar de su debilidad.

Los cristeros fuimos a defender los derechos Sagrados de Cristo y los de su Santa Iglesia, teníamos obligación de defender y no de ganar. Algunas personas capacitadas para opinar sobre este asunto, opinaban que podíamos triunfar, otros que no; unos dicen que obramos bien, otros que obramos mal. Nosotros, sin despreciar el juicio de los hombres nos atenemos al juicio de Dios. Si obramos bien que nos premie, si mal que nos castigue; pero que nos perdone.
¡VIVA CRISTO REY!
México de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe. Agosto de 1952.
Felipe de Jesús Guízar.”
Hasta aquí el texto mencionado. He aquí las razones de aquellos hombres y mujeres que SIN DUDARLO, LO SACRIFICARON TODO POR LA CAUSA DE CRISTO REY. como dije antes, que su ejemplo nos inspire, que el heroísmo de su vida, nos anime hoy a nosotros a honrar su vida de sacrificios, esforzándonos en librar las luchas actuales por Cristo Rey, sin desanimarnos.

Son ya casib100 años desde que nuestros antepasados defendieron nuestra FE.
Cuánto ha cambiado nuestra Patria, cuánto hemos cambiado. Hoy nosotros los mexicanos hemos sacado a Dios de nuestros corazones.
Parece que hoy importa más lo material, las apariencias, la comodidad y nuestro propio bienestar, nos hemos deshumanizado poco a poco.
Creo es momento de fortalecer nuestra FE y luchar por nuestros ideales. Todos desde nuestras trincheras, en el trabajo, en nuestras familias, en nuestras comunidades y en nuestras iglesias.
Roguemos a Dios por tener esa valentía y amor que necesita para luchar por Dios y por la Patria.
Dios le de recompensa a su alma de los que decidieron luchar justamente y ciertamente, nos toca onrar su valiente decisión poniendonos en manos de Dios y pedirle ser parte de lucha porque siempre se necesita luchar por su nombre sea el tiempo que sea saludos de Taxco Gro.
A casi un siglo del inicio de la Cristiada, recordemos y reconozcamos a todos los que en este periodo han dado su vida por defender nuestra fé y recordemos que nuestra vida es eterna para discernir nuestro diario actuar.
Gracias por recordarnos el valor de hacer algo aunque parezca que no es nada, hoy parece que nuestros esfuerzos son poca cosa comparado con quienes tienen dinero, poder, influencia.
Me da ánimo esta frase: “Si obramos bien que nos premie, si mal que nos castigue; pero que nos perdone.”
En Colima, un señor cuyo nombre no recuerdo, pero que fue cristero, al preguntarle un niño de su época los motivos del levantamiento, le respondió: <> Y aquí añadiría las palabras de Felipe de Jesús Guízar con las que cierra el documento: <>